Ya es Navidad y en el colegio de Mateo lo celebran colocando un gran Belén con material reciclado y decorando un gran pino como árbol de Navidad.
El árbol de Navidad tenía todas las bolas de color blanco y desconsolado lloraba anhelando un manto multicolor.
El único niño que lo podía oír era Mateo.
Un día le pregunto.- ¿Arbolito que te ocurre?
Le contesto el árbol de Navidad gimiendo.- ¡Año tras año me colocan estas bolas de color blanco y mi gran deseo es tener bolas de colores!.
Mateo sonriendo le dijo.- ¡No te preocupes que esto lo soluciono yo con mis pinturas de colores!.
Comenzo a pintar y pintar las bolas a las que llegaba, incluso se puso de puntillas.
¡Rojo, Azul, Verde, Rojo, Amarillo, Rosa, Violeta,....!