Tolo y Tila eran grandes amigos,
vivían en una ciudad preciosa con grandes árboles que llegaban hasta el cielo y
casitas de mil colores, que se llamaba Rainbow.
Un día mientras jugaban a torito
en alto un silbido se oyó sobre sus cabezas.
Psssssssssssssssssssss
Es un Angry Bird .- Grito Tolo
Es Campanilla.- Grito Tila
Pero al momento un gran estruendo
les tiro al suelo.
PUM
Y al momento siguiente siguió y
siguió.
PUM, PUM, PUM
Eran bombas de colores que caían
sobre las casitas del mismo color;
- La bomba roja, caía sobre la
casita roja, destruyéndola.
- La bomba verde, caía sobre la
casita verde, destruyéndola.
- La bomba amarilla, caía sobre la
casita amarilla, destruyéndola.
Así una tras otra iban
destruyendo todas las casitas.
Tolo y Tila lloraban asustados.
¿Quién está haciéndonos esto?.-
dijeron entre sollozos.
Era el pueblo de al lado, llamado
Black, cuyos habitantes se hacían llamar blakis. Era el pueblo más oscuro que
había existido jamás, sus habitantes tenían hasta el corazón negro, porque
nunca nadie les había dado cariño alguno y al ver la felicidad de sus vecinos,
solo pensaban en acabar con todo aquello que nunca habían conocido; EL AMOR Y
LA FELICIDAD.
De repente, una gran luz apareció
en el cielo, iluminando todo aquella destrucción.
Entre rayos apareció un hada;
MAMA PAZ, con un pelo rubio brillante como si fuera de purpurina de color oro,
un vestido de color verde y unas tremendas alas blancas.
¿Qué estáis haciendo?.- les dijo
MAMA PAZ a los blackis.
No aguantamos su suerte, ellos
tienen color y amor.- respondieron los blakis.
Pero, ¿alguna vez habéis hablado
con los habitantes de Rainbow?.- pregunto MAMA PAZ.
Nunca se nos había ocurrido.-
dijeron todos los blakis mirándose unos a otros.
Tolo y Tila se acercaron a ellos
llorando y con los brazos abiertos gritando .- Nosotros os queremos, pero
pensábamos que no queríais que os molestáramos, porque nunca decíais nada.
Abrazaros y sentid que sois
amigos, así podréis aprender de las diferencias entre unos y otros.
¡SENTID LA PAZ, ENTRE VECINOS!
Menudo abrazo se dieron. De
repente los corazones negros fueron rojos, sus caras enfadadas pasaron a
alegres y con un gran salto, gritaron:
¡CONTRUYAMOS LA PAZ, MANOS A LA
OBRA!
Y así todos juntos, comenzaron a
reconstruir el pueblo de Rainbow y a pintar de mil colores el pueblo de Black,
que desde entonces se llama Chupi Black.
Colorin, colorado, este cuento se ha acabado.